Cosas en las que debes fijarte para elegir un buen café. Origen, variedad, molienda u otros trucos de experto para elegir el mejor café y convertirte en todo un experto cafetero.
Resolvemos tus dudas. Consulta nuestras Preguntas Frecuentes.
¿Cuáles son nuestros proveedores de café?
Es importante saber si procede de Etiopía, India, Colombia, Honduras o Guatemala. ¿Por qué? Pues porque el origen de los granos de café determinará, sin duda, su sabor y calidad. Y aunque no es fácil distinguir los matices, puedes fijarte en la procedencia marcada en la etiqueta y trazar el camino de origen. Por cierto, si cuenta con la certificación Rainforest Alliance, que defiende las prácticas sostenibles en los países principales productores de café, punto extra (estarás comprando sostenible y rico).
Tipos de variedades de café que existen
¿Cuál e la diferencia entre café de especialidad y café comercial?
El café de especialidad conlleva un proceso muy cuidado y controlado desde el principio hasta el final, y se realiza únicamente con granos de arábica. Estas plantas son muy delicadas y se ven favorecidas por el clima fresco de alta montaña. Se trata de una planta más compleja y con una cantidad más equilibrada de aromas, azúcares y sabores más suaves.
El café comercial, por otro lado, traducido en cafés solubles, mezclas o instantáneos, se realiza con plantas robustas, resistentes a cambios climáticos como a enfermedades y plagas. Le dan un sabor muy amargo y astringente, y producen una bebida muy fuerte. La diferencia, para los amantes cafeteros, es increíble.
Tipo de lavado natural o honey
Antes de consumirse, deben secarse, pero hay diferentes procesos que dan lugar a diferentes resultados. Y es donde entran en juego esos nombres tan “extraños”. Por ejemplo, para obtener un café natural, el fruto se pela tras el secado. En el proceso honey, se limpia antes una parte del fruto (piel y parte de la carne) y otra se quita tras el secado. En cuanto al café lavado, el grano se ha procesado antes quitándole varias estructuras antes de secarlo. Con este último proceso, se obtiene un grano “limpio”, el favorito de los auténticos coffee-lovers.